Primeras escalas del “Juan Sebastián Elcano” en Tenerife (1928-1935)

Primeras escalas del “Juan Sebastián Elcano” en Tenerife (1928-1935)

Artículo publicado en "El Día", el 25 de enero de 2025

Nuestro buque escuela más famoso y longevo, fue botado en Cádiz el 5 de marzo de 1927. Un año y medio más tarde, el “Juan Sebastián Elcano” efectuó su primera visita a Canarias. Desde entonces y hasta esta última parada en 2025, ha visitado Tenerife en cincuenta y dos ocasiones. En su última arribada a las islas llevaba a bordo a la Princesa de Asturias. Leonor de Borbón ha formado parte de la tripulación de “Elcano”, en el XCVII Crucero de instrucción, como ya hicieran su abuelo y su padre en 1958 y 1987, respectivamente. Sirva esta nueva escala para traer al recuerdo cómo fueron las primeras veces que este buque visitó Tenerife. 

Días más tarde de su botadura, el navío efectuó su primer viaje, llevando a bordo al entonces Rey Alfonso XIII desde el puerto gaditano a Málaga y posteriormente a Sevilla. Fue este un primer ensayo de la que sería su primera singladura circunnavegando el globo, como hiciera poco más de cuatro siglos antes el ilustre marino que da nombre a la nave.

Pero antes de ese primer periplo a través de los Océanos del planeta, este bergantín-goleta efectuó su primer crucero de instrucción, entre el 18 de abril y el 15 de junio de 1928, recorriendo 5.769 millas, todas ellas dentro del Atlántico. Tomó salida de Málaga, recalando cinco días más tarde en El Ferrol. Desde aquí zarpó a Sevilla, de donde saldría el 30 de abril. El buque no tocó ningún puerto desde esa jornada hasta el 24 de mayo, fecha en la que hizo escala por primera vez en el Archipiélago, recalando en el Puerto de la Luz de Las Palmas de Gran Canaria. Días antes ya había sido divisado al norte de Lanzarote, surcando aguas el Archipiélago Chinijo, haciendo pequeñas singladuras de prueba. 

En el puerto grancanario, el “Elcano” estuvo atracado en el Muelle de Santa Catalina. Precisamente, durante su estancia en la isla, tuvo lugar un incendio en el “Blois”, un vapor frutero que se encontraba cargado completamente, portando 9600 cajas de plátanos, con destino a Burdeos. Milagrosamente, “Elcano” no se vio afectado, a pesar de estar atracado junto a él.

Tras varios días de prácticas en aguas canarias, en la mañana del 8 de junio de 1928, el “Juan Sebastián Elcano” arriba por primera vez al puerto de Santa Cruz de Tenerife. Al mando iba el Capitán de Fragata Manuel Mendivil, quien tuvo el honor de ser su primer Comandante. Tras él, han ocupado ese puesto más de 60 oficiales marinos de nuestra Armada. Le acompañaban otros ciento veintiséis tripulantes: un segundo y un tercer Comandante, otros nueve oficiales, un capellán, un contador de navío, ochenta guardiamarinas, un maquinista de cargo, seis contramaestres, un electricista, un torpedista, un practicante, un condestable, dos escribientes, siete de maestranza, cuatro maquinistas y ocho mecánicos. 

En el puerto santacrucero estuvo varios días, y durante su estancia en la isla, fueron recibidos por las autoridades locales, tanto de Cabildo como del Ayuntamiento capitalino. Entre otros actos, se acompañó a los jefes y oficiales del buque a una visita por el norte de Tenerife. 

Tras sus dos escalas canarias, el buque puso la proa al norte de la Península y recaló en San Sebastián para ser abanderado. Días más tarde, el 1 de agosto, emprendería su primer viaje de circunnavegación, tras un paso por el gaditano Arsenal de la Carraca como preparación. 

En el verano de 1929 el buque escuela emprendió una nueva singladura, haciendo escala de nuevo en las Canarias. En primer lugar, arribó a Las Palmas de Gran Canaria, desde donde el jueves 15 de agosto zarpó rumbo a Tenerife. Once días más tarde fondeó en nuestro puerto capitalino. Componían la tripulación esta vez 222 hombres. En honor a los jefes, guardiamarinas y resto de oficiales tuvo lugar, a media tarde del 28 de agosto, un “te-baile” en el Real Club Náutico de Tenerife, asistiendo autoridades locales y socios y familiares de esta entidad. Dos días más tarde, “Elcano” puso rumbo al norte de la isla. Esa tarde del 30 de agosto, fondeó frente al Puerto de la Cruz. Pusieron pie a tierra el Comandante del buque, que esta vez era el marino Claudio Lago de Lanzos y Díaz, y otros oficiales, quienes pudieron visitar el Jardín Botánico acompañados por el médico y entonces alcalde porteño Isidoro Luz Cárpenter. 

Al día siguiente, el navío fondeó frente a la costa de Los Cristianos para tomar rumbo después a la vecina isla de La Palma. Permaneció fondeado frente a su puerto capitalino varios días, tomando destino a Tánger el 11 de septiembre. Tras varias escalas en Melilla, Valencia, Barcelona y Sevilla, desde este último puerto continuaría el resto de ese segundo crucero de instrucción. 

La siguiente y tercera visita que “Elcano” realizó a Tenerife tuvo lugar en el otoño de 1931. Así, a las ocho de la mañana del 1 de octubre arribó al puerto capitalino, en donde permaneció hasta el 4 de ese mes. Iba al mando del buque escuela, esta vez, el marino Joaquín López Cortijo. Zarpó días antes de Cádiz, habiendo pasado anteriormente por el vecino puerto de Las Palmas de Gran Canaria. Figuraban en la tripulación 186 hombres, de los cuales 46 eran guardiamarinas, 30 del segundo curso y 16 del tercero. Cabe resaltar, por la parte que le toca a sus orígenes, que iba a bordo del buque como Alférez de Navío el marino Imeldo Serís-Granier y Orbeta (1906-1986), hijo del oficial de la Armada Ubaldo Serís-Granier Blanco (1864-1943), y, por lo tanto, sobrino, del célebre marino y político tinerfeño Imeldo Serís, Marqués de Villasegura. 

Nuevamente, los jefes y oficiales fueron recibidos por las autoridades e invitados a un acto en su honor en el Real Club Náutico y otro en el Hotel Quisisana, además de una excursión por el norte de la isla, en compañía del Presidente del Cabildo Insular, visitando La Orotava y el Puerto de la Cruz, en donde fueron invitados a una merienda en el Hotel Martiánez. En la noche del 4 de octubre “Elcano” puso rumbo a Cabo Verde. 

Al año siguiente, el buque escuela volvería a Tenerife, dentro del V Crucero de Instrucción, llegando al Muelle Sur santacrucero en las primeras horas de la mañana del 30 de octubre. Este viaje por el Atlántico le hizo tocar los puertos de Cádiz, Azores, Plymouth, Brest, El Ferrol, Funchal, este de Tenerife, y, posteriormente, los de Las Palmas y Cádiz. Nuevamente, convirtiéndose ya en una tradición a su visita, se realizó una fiesta en honor de jefes y oficiales a las diez de la noche del 3 de noviembre en el Hotel Quisisana, tras haber visitado varias localidades del norte, con almuerzo incluido en el Hotel Camacho de Tacoronte. El sábado 5, el Comandante, López Cortijo, asistió a la inauguración del campo de tiro de La Cuesta, para finalizar la jornada junto al resto de mandos y guardiamarinas en el Real Club Náutico, en donde se les obsequió con una fiesta nocturna, que sirvió de cierre de esta cuarta visita de “Elcano” a la isla. En la mañana del domingo 6 de noviembre, zarpó rumbo a Gran Canaria. 

En enero de 1933 el navío, durante ese quinto Crucero volvió a hacer escala en Gran Canaria, pero no en Tenerife. La prensa y sociedad de esta isla clamaba ante este menosprecio. El propio Ministro de Marina tuvo que enviar un telegrama al presidente de la Asociación de Amigos del Puerto de Santa Cruz de Tenerife, Arturo Ballester, aclarando que sí lo haría, pero a su regreso a Europa desde Nueva York. Y así fue. En el amanecer del 20 de mayo de 1933 la embarcación atracaba en el puerto capitalino. Cuarenta y un guardiamarinas formaban parte de los casi tres centenares de hombres que componían la tripulación. La excursión isleña que se les ofreció a los mandos y oficiales del buque fue, esta vez, al Macizo de Anaga, visitando la Cruz de Afur, el mirador de la Cruz del Carmen y Las Mercedes, en donde tuvo lugar una comida. Para esta ocasión, el escenario del agasajo de la vida social capitalina a los tripulantes de “Elcano” tuvo lugar en el Cine Royal Victoria, hoy desaparecido, y que fue inaugurado un par de años antes en la Calle La Rosa del Barrio de El Toscal. Allí, se representó la comedia “Cosas de solteros”. A su finalización el Comandante compartió con algunos de los asistentes una serie de fotografías que este había tomado semanas antes durante su escala en el puerto mexicano de Veracruz. Al día siguiente, el 24 de mayo el navío militar puso rumbo a Cádiz, finalizando así este crucero de instrucción por el Atlántico. 

Ese otoño de 1933, en su VII Crucero, el “Juan Sebastián Elcano” volverá a la isla, arribando a Santa Cruz en la tarde del sábado 21 de octubre. Cuatro días duró la quinta escala del célebre buque en Tenerife, esta vez bajo el mando del marino Salvador Moreno Fernández. De nuevo, estos días en el puerto sirvieron para llevar a cabo actos en honor de los marinos visitantes, con banquete incluido, esta vez en el Hotel Pino de Oro. A las cuatro de la tarde del 25 de octubre la nave zarpó, con rumbo, en esta ocasión a Río de Janeiro. 

La sexta visita, última antes de la Guerra Civil, tuvo lugar en pleno verano de 1935. Así, el 20 de agosto, dentro del XI Crucero, recaló en nuestro puerto, fondeado junto al antiguo edificio del Real Club Náutico. Dos días permaneció únicamente en la isla, dirigiéndose después a Gran Canaria y desde allí a diferentes puertos africanos, caribeños y americanos. El 31 de mayo del siguiente año, el buque arribó a Cádiz, para no volver a realizar cruceros de instrucción hasta la primavera de 1940, pasada la sangrienta contienda civil. 

Desde 1942, primera nueva escala en Tenerife tras la Guerra, nuestro buque escuela ha visitado Tenerife en cuarenta y seis ocasiones, incluyendo, por supuesto, esta última de 2025. El pasado jueves 16 de enero el navío quedó fondeado frente al litoral de Igueste de San Andrés, bajo la atenta mirada del viejo Semáforo de Anaga, hoy en ruinas y que tantas veces le vio pasar por estas aguas, comunicándose con él en muchas de esas ocasiones. Tras el amanecer, en la mañana del día siguiente, atracó en la Dársena de los Llanos. Tres días y medio ha permanecido en la isla, para zarpar la tarde del 20 de enero con destino a Las Palmas de Gran Canaria. De nuevo, cientos de personas han podido visitar al más célebre de nuestros buques de la Armada, y los guardiamarinas, incluida la más ilustre de los setenta y cinco que iban a bordo, han vuelto a ser recibidos por las autoridades locales, insulares y regionales y han callejeado por las calles santacruceras. 

Próximo ya a su centenario, estamos seguros de que “Elcano” volverá a visitarnos en los próximos cruceros que realiza surcando las aguas oceánicas del planeta. Tenerife seguirá siendo escala de este hermoso bergantín-goleta, nuestro más reconocido embajador y uno de los símbolos materiales de nuestro país.